Acerca del reinicio de las negociaciones de paz entre el gobierno filipino y el Frente Democrático Nacional


 

El pasado 23 de noviembre en la ciudad de Oslo (Noruega) se celebró una reunión entre el panel negociador del Frente Democrático Nacional (NDFP) y delegados del Gobierno de Filipinas, allí ambas partes llegaron a un acuerdo para crear las condiciones que dieran paso a reanudar las conversaciones de paz entre el gobierno filipino y los revolucionarios representados por los camaradas del Partido Comunista de Filipinas (CPP), el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA) y el Frente Democrático Nacional (NDFP).

Los comunistas y revolucionarios filipinos han propuesto una serie de condiciones que el actual gobierno filipino encabezado por Ferdinand Marcos Jr debe llevar a cabo para que las negociaciones de paz puedan seguir avanzando, estas son: liberar a todos los consultores de paz del NDFP y que estos tengan la posibilidad de participar en las negociaciones, además de que el gobierno debe rendir cuentas ante el asesinato y encarcelamiento de estos consultores; liberar a más de 800 presos políticos que hay en ese país; desmantelar la Fuerza de Tarea Nacional; derogar la Ley Antiterrorista, la Orden Ejecutiva no. 70 y la Orden Memorándum no. 32, emitidas bajo el gobierno del reaccionario Duterte; poner fin a los bombardeos y demás acciones militares; y anular la designación de «terrorista» sobre el NDFP, el CPP y el NPA.

El Partido Comunista de Filipinas ha anunciado que ve en estas negociaciones la posibilidad de avanzar hacia futuros acuerdos de reformas económicas, políticas y constitucionales, pues considera que es necesario avanzar en el cumplimiento de las aspiraciones de los trabajadores y las masas populares filipinas de abordar las causas profundas del actual conflicto armado. En todo caso, reiteran que por el momento el pueblo filipino debe continuar su lucha armada revolucionaria en tanto las condiciones de miseria y represión sobre el pueblo siguen en curso y se ha intensificado la dominación semicolonial sobre Filipinas, al convertirla en una base militar yankee sobre el mar meridional de China.

Es entendible que algunos comunistas tengan preocupación ante esas negociaciones y más cuando aún es fresco el recuerdo de los procesos de paz (o de «traición» más bien) por parte del Partido Comunista de Nepal (Maoísta) a mediados de la década del 2000. En ese momento la UOC (mlm) fue de las primeras organizaciones comunistas en el mundo en denunciar lo que se venía con esas negociaciones, sin importar las acusaciones por parte de algunos que, como Edipo, se arrancaban los ojos para no ver la verdad, pues detrás del llamado “camino Prachanda”, se escondía la idea de que el marxismo revolucionario era insuficiente para entender la “globalización”, el imperialismo estadounidense se había vuelto imbatible y había caducado la Dictadura del Proletariado.

Por el contrario, la historia de las negociaciones temporales en Filipinas hasta ahora ha demostrado la firmeza en los principios y la flexibilidad en la táctica del Partido Comunista de Filipinas para mantener el rumbo y hacer avanzar la revolución; sin embargo es un deber internacionalista de los comunistas de todos los países estar atentos, elevar la vigilancia revolucionaria, analizar la situación y no dudar en plantear las inquietudes y las críticas que surjan a lo largo de esa situación.

Desde la Unión Obrera Comunista (mlm) en Colombia estaremos al tanto del desarrollo de esas negociaciones de paz y nos pronunciaremos cuantas veces sea necesario.

 

León

Vocero de la Unión Obrera Comunista (mlm)

12 de diciembre de 2023

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