¡A LA CALLE Y AL PARO NACIONAL INDEFINIDO!
Rechazo e indignación general del pueblo despertó la nueva reforma tributaria presentada por el gobierno de Duque con el nombre de Ley de Financiamiento, y no era para menos. Con la mentira cínica de financiar el presupuesto, subsidiar a los más pobres y reactivar la economía, el gobierno representante de los capitalistas pretende rebajar aún más el salario de los obreros y la gente más pobre al generalizar el IVA e imponer tributos a un sector de los asalariados y a los pequeños y medianos propietarios, mientras rebaja los impuestos a los grandes explotadores y descarga de obligaciones a los empresarios, quienes además de depositar sus capitales en los paraísos fiscales para evadir tributación, en contubernio con los gobernantes, se roban el erario engordado con los impuestos cobrados al pueblo.
No habrá subsidios para los más pobres sino para los multimillonarios parásitos. No habrá mayor inversión social ni mejor distribución de la riqueza; por el contrario, aumentará la ganancia en manos de la minoría que no trabaja a cuenta de empeorar la situación de la mayoría trabajadora y arruinar a los pequeños propietarios.
Es tanta la indignación ocasionada entre las masas populares que los politiqueros se apresuraron a pronunciarse (incluido el jefe político paramilitar Álvaro Uribe) y algunos como Gustavo Petro y la bancada de la oposición llamaron a las Centrales a salir a la calle para impedir tamaño desafuero. Y no por su voluntad ni por el llamado de la "izquierda" parlamentaria, sino por la presión de las bases, las direcciones de las Centrales Sindicales revivieron el Comando Nacional Unitario y convocaron a una nueva "jornada nacional de protesta".
Y mientras crece la rebeldía de los trabajadores y el pueblo en general, mientras los estudiantes persisten en las calles en defensa de la universidad pública y llaman a la unidad del pueblo y a generalizar el paro, mientras los maestros presionan un nuevo paro, mientras los pensionados se alistan para impedir la nueva reforma que agravará su situación, mientras los obreros continúan en la brega por acabar con la tercerización laboral y los salarios de hambre, mientras los indígenas, campesinos y desplazados no se rinden, mientras cada día crece el odio contra el régimen asesino de dirigentes sociales, mientras se abre paso la conciencia de enfrentar la arremetida de los capitalistas y el gobierno con un Paro Nacional Indefinido… los politiqueros hacen cálculos para las elecciones del año entrante y las camarillas dirigentes de las Centrales Sindicales se alistan para la nueva farsa de negociación del salario mínimo, con la cual pretenden engañar a los obreros haciéndoles creer que es posible conciliar y concertar con sus furibundos enemigos explotadores.
Tanto la reforma tributaria como la "negociación del salario mínimo" son dos caras de la misma moneda: ambas son presentadas como un beneficio para los trabajadores y los más pobres, cuando en realidad son un asqueroso engaño que aumentará la superexplotación en beneficio de una minoría de capitalistas nacionales e imperialistas que se apropian de toda la riqueza producida por el trabajo de la sociedad.
Por eso la "jornada nacional de protesta" convocada por los jefes de las Centrales Sindicales se convierte en una tapadera para guardar las apariencias y apaciguar los ánimos de los trabajadores mientras se montan en el conciliábulo con los representantes de los patronos y de los gobernantes protectores del negocio de la explotación para acordar o aceptar por decreto la rebaja del salario mínimo real. Por eso ellos no convocan y mucho menos van a preparar ni a organizar un Paro Nacional Indefinido. De ahí que los trabajadores y quienes sí quieren contener la arremetida del gobierno deben aprovechar la jornada para expresar su indignación y como parte de la preparación del paro.
Porque el pueblo sí necesita unirse en una acción coordinada para echar atrás todas las reformas antiobreras y antipopulares del Gobierno, y frenar así la voracidad de los ricos explotadores y su plan de asesinato de dirigentes sociales. Hoy en Colombia esa lucha unida y coordinada de todo el pueblo tiene nombre propio: ¡Paro Nacional Indefinido contra todos burgueses, terratenientes e imperialistas representados en el Estado! ¡Huelga Política de Masas que ligue el paro de la producción con la movilización del pueblo en las calles y el bloqueo de las principales arterias del país!
No son suficientes las manifestaciones y jornadas de protesta, no bastan las movilizaciones y paros locales, es obligación de todos los trabajadores, de todas sus asociaciones y sindicatos, de todas la organizaciones populares, de todos los dirigentes y activistas honrados, de todos los revolucionarios y comunistas, encarar ya la preparación y la organización de un Paro Nacional Indefinido recogiendo las reivindicaciones inmediatas del pueblo en un solo pliego de exigencias y concretando los Comités de Paro en todas partes que coordinen las acciones inmediatas uniendo a los distintos sectores como ya lo están haciendo en el Cauca, maestros, campesinos, indígenas, estudiantes y otros sectores populares.
Ese es un camino opuesto a la cháchara parlamentarista de los defensores del establecimiento, a las cuentas electorales de los politiqueros en campaña y a las tramoyas de los agentes patronales en la dirección de las Centrales Sindicales, todos ellos defensores del infierno de la explotación asalariada y maquilladores de la dictadura de los enemigos del pueblo.
Un Paro Nacional Indefinido que frene la arremetida del Gobierno y las pretensiones de los empresarios contra el pueblo, que ayude a la unión y organización de las clases trabajadoras del campo y la ciudad, y que sirva para avanzar en la lucha revolucionaria que ponga fin a la terrible situación del pueblo colombiano, lo cual solo podrá lograrse mediante su acción unificada, levantándose en una revolución política y social que entregue el poder al pueblo y destruya todo el poder del capital, que estrelle su poderoso puño contra el Estado defensor a sangre y fuego de los privilegios de los burgueses y terratenientes, socios de los imperialistas, hasta destruirlo y así acabar de raíz con el capitalismo causante de las desgracias de la sociedad.
¡Contra las Reformas Antiobreras y Antipopulares, Contra el Terrorismo de Estado y por las Reivindicaciones Inmediatas del Pueblo, Preparar y Organizar el Paro Nacional Indefinido!
Periódico Revolución Obrera
Noviembre 8 de 2018
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