¡BESTIAS DE LA GUERRA DISFRAZADAS DE MANSOS CORDEROS!

Noruega es el país sede del tan mentado Premio Nobel de Paz, concedido entre otros al Presidente de Colombia en reconocimiento por el acuerdo con los jefes de las FARC. Noruega fue además uno de los países garantes del proceso de paz con las FARC y también lo es de las conversaciones de paz con el ELN.

Diplomáticos y gobernantes noruegos posan ante los colombianos como insignes campeones de la paz. Apadrinan todo lo que suene a convenios de paz. Ofrecen ayuda para los gastos de la paz. A diestra y siniestra predican la necesidad de la paz, así la testaruda realidad de la guerra contra el pueblo, enseñe con letras de sangre que la paz de los opresores es la paz de los cementerios para los oprimidos.

Los capitalistas pacifistas noruegos resultaron ser ¡falsos profetas de la paz!, pues en verdad son ¡emisarios de la guerra! Son como toda burguesía, de doble faz ¡bestias de guerra disfrazadas de mansos corderos!

Que sea directamente la siguiente denuncia hecha por camaradas comunistas de Noruega, la que muestre qué se esconde bajo la piel de cordero de los imperialistas noruegos.


¡NORUEGA, LA OTAN, EE. UU., MANOS FUERA DE SIRIA!

 



Declaración de Servir al Pueblo – Liga Comunista [Noruega]

Durante años, Siria ha sido dividida por la guerra. La principal fuerza impulsora de esta guerra ahora es la intervención de los imperialistas y las grandes potencias regionales. Estados Unidos, Francia, la OTAN, Arabia Saudita, Israel, Turquía, Irán y Rusia, y muchos otros estados y grupos económicos, están directa o indirectamente involucrados en la guerra. Para ellos, todo se trata del poder en el Medio Oriente, y en el mundo en general, así como de recursos y dinero.

El Medio Oriente es un punto caliente en las principales contradicciones en el mundo. Esto se ha demostrado a través de 40 años de guerras y conflictos, donde todas las potencias mundiales han estado involucradas.

Condenamos el papel sucio jugado por el estado noruego en esta guerra. El imperialismo noruego no solo participa como un perro de presa para los Estados Unidos, sino que también juega su propia parte independiente. El noruego Jens Stoltenberg es el secretario general de la OTAN. Las armas noruegas se venden en gran medida a Turquía, Arabia Saudita y otros participantes activos en la guerra. Los soldados noruegos sirven como “asesores militares” en la región. Las grandes empresas noruegas están buscando constantemente suministros y mercados. Los políticos noruegos respaldan el eje de la OTAN, junto con los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia.

Esta no es una razón para blanquear el régimen de Assad o Rusia. Ellos no son amigos del pueblo. Pero sería criminal olvidadar o si no se recuerda el papel que jugó la propaganda bélica antes de las Guerras del Golfo, el bombardeo de Libia, o cualquier otra guerra de agresión a lo largo de la historia. Cuando Hitler invadió Polonia, lo hizo con el pretexto de que los soldados polacos violaron la integridad territorial de Alemania. Los poderes de guerra siempre logran encontrar excusas, ya sean verdaderas o falsas, para justificar sus brutales abusos.

Saddam Hussein fue un déspota brutal. Nuestro análisis de Assad es el mismo. Saddam Hussein gaseó aldeas kurdas. Pero las masas en Irak, los árabes o los kurdos no han sido liberados por las guerras que EEUU libró contra Iraq. Sin embargo, la guerra desestabilizó la región y sentó las bases para ISIS y casi treinta años de guerra, inestabilidad, hambre y angustia en Iraq.

Las intervenciones de Noruega, la OTAN o los EE. UU., nunca son para crear una mejor situación para las masas. Siempre se trata de intereses políticos o económicos. No importa cómo las grandes potencias lo justifiquen; luchar contra el imperialismo es un deber. Para los noruegos, la lucha contra el imperialismo se aplica particularmente al imperialismo noruego, la OTAN y los EE. UU., como en el lugar donde vivimos, y es esta alianza de la que forma parte el imperialismo noruego.

Las guerras se pueden detener, ¡pero solo por el comunismo! Mientras exista el capitalismo imperialista en el mundo, las guerras continuarán. Sin embargo, el imperialismo está condenado a perder. Cava su propia tumba, al igual que Estados Unidos la sigue cavando más y más en países como Irak y Afganistán. Este sistema está podrido hasta el núcleo, y es por eso que caerá al final, dejándonos un mundo sin guerras.

¡Únete al Primero de Mayo Rojo contra las guerras imperialistas, por las revoluciones socialistas y los nuevos estados obreros!

15 de abril de 2018

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