EL PRIMERO DE MAYO DE 2018 EN EL MUNDO
LA CLASE OBRERA RECORDÓ SU MISIÓN DE ACABAR CON EL CAPITALISMO
El Primero de Mayo de 2018 los trabajadores en todos los continentes se tomaron las calles; un mar humano remarcó en esta jornada que son los proletarios la base sobre la cual descansa todo el andamiaje de la sociedad en el planeta. Por miles, y en algunos casos por decenas de miles, esos obreros despreciados por la burguesía y menospreciados por la intelectualidad de la seudoizquierda se volcaron al cemento de las principales ciudades para mostrarles a sus enemigos una de las condiciones contundentes que la hacen la clase más poderosa: su cantidad.De varias maneras los medios de comunicación intentaron opacar la verdad sobre el poder que tiene esta clase por su cantidad; muchos dejaron de reportar las manifestaciones pretendiendo ocultar su realización, y otra buena parte, incluso medios de comunicación de izquierda, le dieron más trascendencia a sectores y aspectos particulares de la jornada como los enfrentamientos de la juventud rebelde con los esbirros del gobierno, las verbenas o desfiles artísticos, las acciones de pequeños grupos dentro de las manifestaciones, etc. A pesar de ello, por los medios digitales se pudo constatar que la gran mayoría de las manifestaciones fueron multitudinarias; la clase obrera levantó sus banderas, sindicales y de gremio pero también políticas contra el Estado, y en no pocas delegaciones por la revolución. Además, por encima de creencias políticas, religiosas, de sexo, nacionalidad, idioma, color de piel, etc., los millones de proletarios remarcaron que son la única clase que tiene el poder de enlazar en una sola cadena la lucha contra el poder del capital, la fuerza más poderosa para desatar la revolución proletaria mundial y llevar a la humanidad al futuro luminoso del socialismo y el comunismo.
En los comunicados, pasacalles, arengas y consignas fue común el repudio al capitalismo imperialista y a los regímenes en cada país; las masas son las principales víctimas de la explotación, y soportan todas las formas de opresión que este podrido sistema descarga sobre los asalariados directos, ensañándose sobre las mujeres, los niños, los ancianos, las minorías indígenas, los campesinos, los negros, los inmigrantes, los dirigentes de masas, los revolucionarios.
Las guerras reaccionarias de agresión desencadenadas por los imperialistas también merecieron el repudio generalizado en las manifestaciones; este año siguió teniendo relevancia la condena a la masacre que sigue desangrando al pueblo en Siria, así como la condición inhumana en que se mantiene al pueblo palestino desde hace 70 años cuando los imperialistas encabezados por Estados Unidos los condenaron a vivir en el destierro en su propio territorio.
Con seguridad, en todos los rincones donde había un grupo de obreros marchando este Primero de Mayo, el sentimiento de odio al sistema actual tuvo su forma de expresión; el germen de la conciencia de clase en cada obrero luchador, es terreno fértil para dar a beber la savia que proveen los comunistas revolucionarios, que como topos horadan para llegar a todas las capas del proletariado llevando las ideas de la revolución.
Aun así, hay que reconocerlo, falta mucho por hacer. Las manifestaciones del Primero de Mayo todavía están en una enorme proporción en manos de la burguesía y sus acólitos de los partidos oportunistas y las camarillas de las centrales sindicales, que posan de dirigentes obreros para mellar el filo revolucionario de esta jornada y seguirla manteniendo como un día de carnaval, de fiesta, de descanso, de simple desfile o para darles tribuna a los politiqueros. El movimiento comunista revolucionario, a pesar de ser muy valioso su aporte en las manifestaciones, todavía sigue siendo en la mayoría de países, marginal. La tarea de rescatar el Primero de Mayo como un día internacionalista y revolucionario, sigue siendo de primer orden en todos los continentes.
En el siguiente enlace puede verse un reporte del Primero de Mayo en Colombia:
http://www.revolucionobrera.com/actualidad/primero-de-mayo-en-colombia/
La acción de los auténticos comunistas este Primero de Mayo fue decorosa. A pesar de la dispersión organizativa que pesa mucho sobre los destacamentos comunistas en varios países, un importante triunfo fue la publicación de varios comunicados realizados en acuerdo, dos de ellos firmados por Partidos y Organizaciones de varios países y otro firmado por 2 organizaciones de sendos países. Esas declaraciones conjuntas le dieron a la clase obrera en su día, un motivo de esperanza en los esfuerzos y pasos que se están dando para la necesaria unificación del Movimiento Comunista Internacional bajo la dirección ideológica y política de una nueva Internacional Comunista. A continuación están los enlaces:
https://debateinternacional-mlm.blogspot.com.co/2018/05/declaracion-conjunta-en-el-primero-de.html
https://debateinternacional-mlm.blogspot.com.co/2018/05/declaracion-conjunta-de-partidos-y.html
https://debateinternacional-mlm.blogspot.com.co/2018/05/mlm-center-b-cpfmlm-1968-2018-maoist.html
Las 3 declaraciones, siendo distintas en varios aspectos, son un paso importante en la tarea de luchar por la unidad. Su estudio permite ver algunos de los problemas en divergencia, pero son además comunes en la condena al oportunismo y en levantar la bandera del marxismo leninismo maoísmo que es una base de unidad de mayor importancia.
Las jornadas del Primero de Mayo, tuvieron dentro de sus banderas en muchos países las rojas banderas con la Hoz y el Martillo, acompañadas de las alusivas a la conmemoración de los 200 años del natalicio de Carlos Marx, los llamados a levantar con firmeza las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo, los saludos a la Guerra Popular en la India, la condena al imperialismo y a luchar por la Revolución Proletaria Mundial, y la entonación en muchos idiomas del Himno del Proletariado: La Internacional.
Como aspecto relevante igualmente se notó la creación de bloques dentro de las marchas; algunos a la manera de destacamentos de revolucionarios comunistas, uniformados y con las rojas banderas de la revolución; otros, encabezando bloques compuestos en su mayoría por sectores de proletarios revolucionarios que juntaron las banderas específicas de sus organizaciones de masas con las rojas banderas de los comunistas. Los dos, diferentes en la forma de realizar el trabajo de propaganda en el día internacional de la clase obrera, pero juntos, de acuerdo en que en esta jornada había que salir a las calles a disputarle la dirección de la manifestación a los oportunistas y llevarle la luz del marxismo-leninismo-maoísmo al proletariado, a desenmascarar a los enemigos abiertos o encubiertos de su lucha, a llamar a no curar más las llagas del capitalismo sino a destruirlo con la violencia revolucionaria, a destruir con la Guerra Popular el viejo Estado de los explotadores y a construir uno nuevo basado en la alianza obrero-campesina; ese fue un gran paso adelante en el rescate del Primero de Mayo.
La clase obrera es la fuerza más poderosa que vive bajo el capitalismo, es su producto más peculiar, y por el hecho de que sea odiada por la burguesía y despreciada por la pequeña burguesía no quiere decir que disminuya su poder. Falta mucho trabajo por educar y organizar a sus dirigentes, y sobre todo falta mucho trabajo por construir con ellos como materia prima fundamental, el Partido Político de su clase. Es una gran pelea, que incluso debe darse contra muchos comunistas revolucionarios que la desprecian al no reconocerla como la fuerza principal de la revolución en los países capitalistas, al restarle importancia al papel que ocupa en el enorme hervidero de contradicciones que en todos los países estallan en grandes manifestaciones políticas que dejan muertos, heridos y cuantiosas pérdidas económicas para la burguesía y los imperialistas. La clase obrera está como protagonista principal donde otros ven “sectores” y eso explica que en la mayoría de los reportes sobre el Primero de Mayo, paradójicamente poco se haya dicho sobre la fuerza y poder que les dieron a las marchas los millones de proletarios que fueron la argamasa de las manifestaciones; pero los proletarios han estado y seguirán ahí, como destinatarios y dueños al final de la enorme obra de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao.
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