Tierra, matanza y riqueza


17 de abril: Día Internacional de las Luchas Campesinas

El 17 de abril se conmemoró el Día Internacional de las Luchas Campesinas, en homenaje a la masacre de campesinos que tuvo lugar en el Estado de Pará (Brasil) en 1996, conocida como la Masacre de Eldorado dos Carajás.

Los campesinos de todo el mundo recuerdan la masacre de 21 campesinos, y este 17 de abril el Movimiento Sin Tierra (MST) denunció que, después de 27 años, el crimen aún permanece en la impunidad, ¡pero! eso sí!, en el lado opuesto se enriquecen las empresas imperialistas del sector de los agronegocios.

En Brasil, y en todo el continente Latinoamericano, la tierra no era propiedad privada, los recursos naturales estaban dispuestos para todos los millones de nativos; en solo el largo de las costas de Brasil había 5 millones de indígenas, pero la invasión europea a las nuevas tierras impuso un nuevo sistema de producción agrícola basado en el latifundio y el monocultivo.

A la rapiña portuguesa y española no les fue suficiente el cúmulo de la riqueza proveniente del atraco del oro y de la plata; al consumado el saqueo, se sumó el cultivo de la caña de azúcar en grandes plantaciones que se extendieron por Sudamérica y Centroamérica y en la que fue utilizada fuerza de trabajo esclava de África. Siglos después el suelo americano sigue siendo explotado de todas las formas posibles y los campesinos que se convierten en obstáculo de dicha explotación, son asesinados, desplazados y empobrecidos.

Como en Brasil, a todos los campesinos de los demás países Latinoamericanos nos une el lastre de la colonización de otrora, y la reciente, gracias a que las clases dominantes que no solo expolian las riquezas del país sirven, a través de los diferentes gobiernos, como mercenarios a favor de los intereses de las compañías imperialistas y la banca con los grandes capitales; gobiernos lacayos y conciliacionistas dispuestos unas veces a transigir con las formas de opresión impuestas por los imperialistas y otras arrodillados a los dictados de estas potencias.

De allí se desprende que ahora, en Brasil el 50 % de la tierra es propiedad privada del 1 % de la población. Pero, donde hay opresión hay resistencia y hoy el Movimiento Sin Tierra es la mayor organización campesina del mundo, son herederos de las luchas campesinas del Brasil de los años sesenta y setentas, cuentan con las más ricas experiencias de lucha, nutrida durante el golpe de Estado a cargo del general Humberto Castellano Blanco.

Este 17 de abril, los campesinos de 37 países del mundo rindieron homenajes a los mártires de Eldorado dos Carajás, pero con la conmemoración también debe venir el compromiso de avanzar. Las ricas experiencias de los compañeros del MST deben servir de fortaleza para el movimiento campesino que en alianza con la clase obrera tengan la tarea inaplazable de cambiar el oprobioso sistema capitalista de explotación y opresión.


 

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