La Escolta de Ordoñez y la Hipócrita Denuncia de los Liberales
La senadora Claudia López, entre otros políticos burgueses, han denunciado el enorme costo del esquema de seguridad del cavernario exprocurador Ordoñez, exigiendo que se le quite esta carga al presupuesto nacional. Lo han hecho en representación de los defensores liberales de la transparencia en el manejo público y de luchadores por mejor equidad, que tienen el antecedentes de reformas como las de bajar el sueldo a los congresistas. ¿Pero cuál es la consecuencia de los liberales burgueses con estos hechos?
Se ha hecho conocer que el caso de la costosa escolta de gentes tan despreciables como Ordoñez o Uribe, por ejemplo, es apenas un caso de despilfarro, privilegios y corrupción en una institución que se gasta anualmente para proteger a 655 corruptos e inservibles servidores públicos, junto con sus familias, 93.000 millones de pesos. Donde el 57 % de los beneficiados con esquemas de seguridad son alcaldes y gobernadores, magistrados de altas cortes, ministros del despacho, presidente de la República y su núcleo familiar, senadores y representantes, vicepresidente de la República y su núcleo familiar, expresidentes, exvicepresidentes y su grupo familiar, así como varios exservidores. Estas personas concentran el 22% de los escoltas y el 53% de los vehículos blindados. Solo en tres años de existencia de estos esquemas especiales de seguridad para funcionarios públicos el Estado se había gastado un billón 69.000 millones de pesos en esto.
De este hecho que debería ser motivo de denuncia permanente y escándalo, la senadora López no dice nada, ¿Por qué? Porque personas como estas reciben un enorme pago mensualmente, con una amplia escolta y funcionarios. Muy distinta a su condición como periodista de El Tiempo, cuando tenía que soportar las humillaciones de sus patronos, los Santos; pagar parqueadero en los patios de la institución en que trabajaba; recibir un salario miserable por responder con columnas para la prensa impresa, redes sociales, radio y televisión.
López hoy está en el partido Alianza Verde, tan idéntico a los tradicionales de la burguesía. Un partido donde milita el corrupto Peñalosa, el vendeobreros Lucho Garzón, entre otros politiqueros. Que no venga a hablar de transparencia a nombre del pueblo, una liberal vendida al gran capital, cómplice de la corrupción de funcionarios de su partido, secuaz del gobierno en el proceso de paz, que es precedido por su exjefe en la casa editorial El tiempo y a quien hoy se le arrodilla propagandizando la política que mantiene estable esta institución pese a la enorme crisis económica y social por la que atraviesa el país.
Con el dinero que se gasta el Estado en el sostenimiento de la alta burocracia en un año se puede resolver el salario mensual de casi 135.000 trabajadores, lo suficiente para paliar la enorme crisis social por la que atraviesa el país. Pero esto no lo hará ningún gobierno burgués, ni siquiera del de un reformista como Robledo, porque el gran capital ordena que a los servidores del Estado garante de sus negocios, se les otorgue por años protección especial para ellos y sus familias. Porque esto es garantía para comprar la fidelidad de todos los lacayos que firman los contratos multimillonarios a favor de algunos monopolios y dictar órdenes lo suficientemente opresivas como para mantener en pie una dominación tan infame como la que soporta actualmente el pueblo colombiano.
Que se rasgue las vestiduras en público López y sus demás congéneres que quieran mostrarse como ejemplo de transparencia en un Estado podrido hasta los tuétanos; pero sus palabras, tan hipócritas como las de su jefe Santos, no pasarán pasaran desapercibidas por los revolucionarios, quienes demostrarán que en realidad gentes como estas son de lo mismo que han soportado los trabajadores durante décadas y que no tienen más oficio que intentar desviar la atención de la clase obrera en su misión de acabar con la dominación de clase de los capitalistas e instaurar la Dictadura del Proletariado.
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